CRUMBLE DE FRESAS

El Crumble es un plato dulce tradicional de Gran Bretaña que se puede degustar como postre o merienda y cuyo ingrediente principal es la fruta. La característica de esta elaboración es que se hornea o gratina cubriendo la fruta con una mezcla de harina, mantequilla y azúcar, formando unas migas, así se combina la textura tierna de las frutas horneadas y la textura crujiente de la costra que se forma sobre las frutas.

Cuentan que esta receta se ideó durante la Segunda Guerra Mundial a raíz de la necesidad de racionar los alimentos, la elaboración de tartas tradicionales precisaba de demasiado gasto de harina entre otros ingredientes, así que el crumble (que significa desmoronarse), esta simple mezcla de frutas, harina, manteca o mantequilla y azúcar, se convirtió en un postre económico y rico.

Tan rico que en la actualidad es muy habitual la elaboración de crumbles muy variados. Los más tradicionales son los que se elaboran con manzana, también los de ruibarbo, peras, ciruelas, zarzamora… suelen buscarse frutas algo ácidas, e incluso se elaboran crumbles con ingredientes salados para servir como entrante.

INGREDIENTES
200 gr. de harina
100 gr de mantequilla
75 gr de azúcar
1/2 kg de fresas
2 cucharadas de azúcar glass
1 sobre de azúcar vainillado
1 cucharadita de canela

PREPARACIÓN

Lavamos las fresas las cortamos en trozitos y las ponemos en un bol. Añadimos el azúcar glass, el azúcar vainillado y la canela, mezclamos todo con una cuchara. Disponemos de esta mezcla en la fuente donde se va  a hornear el crumble.

Ponemos la harina, la mantequilla punto pomada y el azúcar en un bol y mezclamos con la punta de los dedos hasta quedar una masa granulada. Disponemos esta masa por encima de las fresas y horneamos a 200 grados durante 20 minutos o hasta que este doradita por arriba.

Es un postre muy, muy sencillo, que todos podéis hacer en un pis-pas, como veis no tiene ninguna ciencia, lo vi en el blog de la casita verde, y tenia que probarlo.